25N Entrevista a Patricia Ordaz

#16díasdeactivismo en el marco del 25 de noviembre Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

La brecha sigue ahí. En todos los sentidos. Tanto a nivel profesional como a nivel personal en la vida de las mujeres de la industria cinematográfica”. Menciona Patricia.


La cineasta mexicana Patricia Ordaz directora de “Toloriu”, estudió comunicación en México y un Máster de cine documental en España. Antes de irse a estudiar fue brevemente asistente de producción en una productora y en un par de proyectos cinematográficos pero fue hasta que se fue a estudiar documental a Barcelona, hace diez años, que realmente empezó a forjar su carrera en la industria.

Llevo muchos años haciéndome un hueco en la industria del audiovisual.

Yo no sabía que quería ser directora hasta que supe que eso estaba a mi alcance.

Durante sus estudios universitarios participo en un intercambio académico de 4 meses en la Universidad de California, Santa Bárbara. Fue ahí que a Patricia se le presentó un abanico de posibilidades, tomando sus primeras clases de guion y de iluminación de set. “Hasta ese momento lo que yo pensaba que haría con mi vida era escribir sobre cine; no estaba en mi horizonte hacer cine”. “Pero en California se abrió un mundo de posibilidades (..) todo lo que se respiraba era cine y la posibilidad de hacerlo.”

Ordaz en su niñez quería ser historiadora, arqueóloga o antropóloga. Fue hasta la adolescencia que se interesó por el cine. “De adolescente para ver a los actores en acción empecé a ver los making of de las películas. Creo que viendo los making of fue que quise hacer cine”.

Quería ser parte de ese universo tan increíble.

Si bien su familia confiaba en que trabajaría en la industria del cine, parecía que ellos no imaginaban que Patricia dirigiría sus propias películas. “O me dan consejos como si fuera un trabajo normal, y hacer cine, hacer tus propias películas funciona de otra manera”.

Para Patricia las dificultades al comenzar en la industria audiovisual no sólo estaban relacionadas al género sino a problemáticas de clase social.

En mi caso, no creo que mis obstáculos hayan sido tanto de género como de clase. Es muy difícil acceder a la creación artística sin ningún tipo de background familiar o al menos con capital económico.  Para dedicarte al arte sí o sí se tienen que combinar el capital cultural, económico y social para que sea un camino menos difícil y yo llegué a esta profesión sin los últimos dos.

La industria cinematográfica y la industria audiovisual en general, han mejorado, pero estamos lejos de que sea una industria de logros en temas de brecha de género.

Cree que ha tenido suerte al poder encontrar lugares de trabajo donde son abiertos, plurales y paritarios, aún así ha sentido de forma sutil el cuestionamiento en la toma de decisiones por parte de sus compañeros hombres. “Creo genuinamente que muchas veces ni siquiera se dan cuenta. Sino que es el chip sistémico del patriarcado que no ha terminado de salir de sus cabezas”.

Nos cuenta que las mujeres de la industria parecieran tener más “dudas para tener parejas estables o ejercer la maternidad porque sus condiciones laborales y económicas no siempre son las ideales”. Considera que la paridad no existe en los puesto de nivel ejecutivo, los crews, los salarios o en el hecho que las mujeres directoras siguen siendo muchas menos que los hombres.

Al preguntarle de qué manera considera que su trabajo como cineasta puede ayudar a revertir temas como la violencia en contra de las mujeres, mejorar la representación y la diversidad de las mujeres en pantalla así como el trabajo de las mujeres en la industria cinematográfica, esta fue su respuesta: “Ser una mujer que dirige y que piensa seguir dirigiendo a pesar de lo difícil que pueda ser ya es una forma de plantarse en esta industria y dejar constancia de que existimos y resistimos.  Dirigir es tomar muchas decisiones; así que es una responsabilidad tomar decisiones donde los temas y la forma en las que te aproximas a ellos en tu quehacer cinematográfico, representar de forma diferente a las hegemonías, a las mujeres, a las disidencias, a las infancias, a los hombres. No tenemos que hacer proselitismo ni panfletos, tenemos el lenguaje del cine para hacerlo. No necesitamos más que eso”.

Next
Next

25N Entrevista a Ambra Reijnen